Caça Social

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viernes, 27 de enero de 2017

Un guarda de campo vigilará el coto de los cazadores locales

El encargado del trabajo será Antonio Torelló, que también ejercerá funciones propias del Ayuntamiento.

En un convenio firmado a tres bandas, el ayuntamiento de Maria de la Salut concederá una subvención nominativa anual a la sociedad de cazadores Sa Guàtlera para el pago de los servicios de un guarda de campo.
El encargado de este trabajo será Antonio Torelló que, además de la función de vigilancia del coto de la sociedad de cazadores, tendrá otras funciones que son propias del Consistorio, como cuidar del control de fauna doméstica que se encuentra abandonada en el municipio. Prestará también los servicios necesarios para capturar cualquier tipo de animal abandonado que suponga un peligro o molestia para los vecinos, depositando el animal en las dependencias municipales destinadas a tal efecto o reteniéndolo provisionalmente en un lugar adecuado.
Se cuidará, además, de mantener las dependencias municipales destinadas al depósito de animales en perfectas condiciones higiénicas para su uso.
El guarda de campo es el que se conoce como garriguer, una figura que se va perdiendo, ya que ahora existen los guardas forestales y de campo que dependen de las administraciones autonómicas. Antiguamente cada posesión tenía su garriguer. Su cometido es vigilar los terrenos acotados por la sociedad que ocupan fincas situadas, en este caso, en los términos municipales de Maria, Sineu y Ariany en los que se han de realizar las funciones de control de documentación y de furtivismo.
Es también el encargado del mantenimiento de la señalización de los diferentes cotos y, con la ayuda de los directivos, de la repoblación de algunas especies como codornices o perdices. Otro cometido del guarda es el de controlar la fauna dentro de los límites de los mencionados cotos para evitar la proliferación de animales dañinos como pueden ser gatos asilvestrados, ratas o perros abandonados.
Las martas y jinetas, que son especies protegidas, están prácticamente controladas y estabilizadas. Si se atrapa alguna involuntariamente se entrega al Cofib (Consorcio para la recuperación de la fauna de las Illes Balears) para que se haga cargo del animal.
Biel Bergas (Diario de Mallorca)

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